Supe de ellos no hace mucho, unas semanas tal vez. Comencé a escuchar su primer disco Quiero Hablar (2013), coincidiendo con el lanzamiento del segundo GG, hace tan solo unos días. Una situación comprometida para quien escribe de música habitualmente. Intentaré explicarlo. Cuando escucho un disco tema a tema me gusta hacerlo despacio y busco palabras que definan los sentimientos experimentados durante la escucha. El primero me ha sorprendido gratamente, y reconozco haberme enganchado al tema homónimo Quiero Hablar. He descubierto un proyecto original y arriesgado, desde las posibilidades de los dos protagonistas: Gilmarí Gerena y Gerson Gelabert. Nada es lo que parece cuando te enfrentas a los tópicos que, como a cualquiera, te surgen ante un dúo. ¿Por qué? Porque es frecuente que cada artista aporte sus talentos en una combinación definida. 
Y GG no es el caso. Sí, son dos artistas y una banda detrás, pero G y G no se han propuesto complementarse, sino integrarse en un sueño común, capaz de sintonizar con el amor y dolor en un solo gesto, sin esfuerzos. Gilmarí y Gerson arrastran el peso de sus iniciales coincidentes, como algo natural, pero irradian talento. No importa quien canta, quien compone o quien ejecuta; ambos han fundido sus almas e imagino que les costará reencontrarse de nuevo, si algún día lo deciden. Y claro, aprehendidos los humores del vino primero, he temido probar el segundo, temeroso de cambiar de opinión. La encantadora Gilmarí me invitó a probarlo en primicia y ya se sabe, la cata aún tiene más valor. Conste que he leído opiniones al respecto del primer disco antes de escribir esta humilde pieza, pero soy cada vez menos dado a etiquetas. Y estos artistas no las necesitan, os lo aseguro. Claro que hay jazz, soul y algunos tintes latinos en sus canciones, pero los arreglos de los temas gozan de una personalidad detallada y original. Nuevas formas y nuevas tesituras. Es obvio que los dos aportan sensibilidad y estilo a temas comprometidos con el tiempo que les ha tocado vivir. El nuevo disco G G es aún más diverso y sofisticado que el primero. La voz de Gilmarí sirve de brújula. Gerson lleva el timón. Y juntos consiguen entusiasmar. Medios tiempos para v
estir su voz a ritmo de jazz, arenbí y soul, con pinceladas de drum’n’bass, También downtempo contemplativo, signo de madurez frente al disco anterior. 11 temas, entre intro y outro y solo uno el inglés You Know, el más rítmico. Tierra es el tema más comprometido con las raíces de ambos.En Tiempo Gerson canta a la vida con una visión positiva y realista. Y mucho más que os invito a descubrir. El dúo, que se presenta en directo con sexteto, una agrupación experta y consolidada de músicos enraizada en la Barcelona musical alternativa, se conoció en 2008. Puerto Rico y Barcelona para el mundo. G G suena a mar en calma o a lamento doloroso; depende. En cualquier caso han trabajado duro para dar forma a un bello sueño, que apunta bien. ¡Suerte chicos! César Cid. Web oficial.