Me reconozco en muchas frases tópicas aunque personalmente huyo de cualquier estereotipo (o lo intento). Respecto de la veteranía admito que casi siempre es sinónimo de experiencia, fruto del esfuerzo durante el paso del tiempo. Hablar de FJ. Ramos es hacerlo de VKR, la primera formación de rap que dio la escena española. Los kreyentes atesoran no solo la iniciativa sino el poder que, desde el respeto más uniforme, cualquier aficionado o profesional reconoce al hablar de cultura hip hop y específicamente de rap.
El mc de Torrejón lanza su cuarto largo, con la que está cayendo, con las mismas ganas e ilusión que el primer día. Su discurso mantiene el realismo objetivo propio de la formación, desde su personalísimas expresión y actitud. Escucharle resulta esperanzador porque es posible creer en la autenticidad del género, ahora que casi todo es puro artificio.
“Legado de un Kreyente” es un disco de trece temas, que el de Torrejón ha decidido plantear en crowfounding y así favorecer diferentes vías de compra con recompensas. El proyecto viene avalado además por nombres de prestigio incontestable, en lo que q producción y colaboraciones se refiere: El Meswy (CPV), Kultama (VKR), Juan Sativo (Tiro de Gracia), Frost (Sindicato del Hip-Hop Argentino), Jah Bantu, Pau Bazurto, Iman y Pincho. Todos los scratches corren a cargo de DJ Big Falanges y las producciones a cargo de Hammond, Raman, K.n.K Beatz y Negroprods Beats.
FJ. Ramos presenta en vídeo su proyecto y edulcora la espera con el primer single y su versión en video: “Los niños ya no juegan”. Rap para reivindicar, para exigir, para compartir. Una mirada social que no ha cambiado de lentes en más de tres décadas.
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