Sí, encabezada como una carta, esta pieza pretende reunir buenas intenciones para divulgar la obra de un músico poco conocido en Europa, que arrastra una carrera brillante y longeva, junto a imprescindibles como Albert King, Nancy Wilson, KEM, Bootsy Collins o Herbie Hancock. Psicólogo y trabajador social, McMurray destacó además como músico, gracias a las influencias naturales de su Detroit natal. Percusión, teclado y flauta, aunque será el saxo el que le dé la notoriedad merecida, más allá del jazz, gracias a sendas sesiones junto a Bob Weir, Wolf Bros, BB King, The Rolling Stones, Bob Dylan, Iggy Pop, Patti Smith, Bonnie Raitt, Johnny Hallyday y Gladys Knight entre muchos otros. Su estilo, más bluesy que el neoyorquino, pronto le granjeó reconocimiento internacional. Su primer concierto importante fue con el maestro Albert King. A su regreso, formó su propio grupo Midnight Sky y también fue miembro del conjunto de jazz de vanguardia, Griot Galaxy. McMurray se unió al grupo de pop rock Was (Not Was) en sus inicios, y posteriormente contribuyó a todos sus álbumes. Esto marcó el comienzo de una amistad y colaboración contínua con Don Was. Su primer disco en solitario de Dave, The Secret Life, fue lanzado en Timeless Records en 1989. Después firmó con Warner y años después con la mítica Blue Note. Diez producciones en solitario avalan su legado. Tuve el placer de compartir varios días con él, con motivo de la promoción de Soul Searching (2001) en España. He seguido su trayectoria desde entonces y siento la necesidad de recomendarte su escucha. Merece la pena.
César Cid