Si algo bueno tuvieron los noventa para los aficionados al jazz y sus disciplinas afines fue la confusión. Heterodoxia musical, horror para los puristas, fruto de la convivencia de nuevas generaciones de músicos fieles a la tradición, pero interesados por los nuevos recursos. La electrónica sumó o restó- según se mire. En cuanto al jazz se refiere, los inmovilistas soportaron el be bop, el free jazz y a partir de los primeros ochenta el smooth y el acid jazz. Y aquí quiero enfocar hoy. Mientras el groove americano combinaba sonidos blancos mixtos de diferentes ritmos con el emergente R’n B’, Europa se decantaba por una combinación de funk, jazz y hip hop definida como acid jazz. En origen se trató de un movimiento underground creado por dj’s londinenses, que aportaban algo de house y dance al invento. Norman Jay acuño el termino Rare Groove tras lanzar «The Original Rare Groove Show» en la radio pirata Kiss 94 FM, hoy Kiss 100 London. Aquella escena dio lugar al tiempo propio del verdadero precursor: Gilles Peterson. Un reconocido DJ de la escena,que inició el proyecto Talkin’ Loud Sayin’ Something en Dingwalls, local de Camden, en Londres. Poco tiempo después el mismo Peterson fundó la discográfica —a la que daría el nombre de— Acid Jazz junto al DJ Eddie Piller, quien había representado a la banda James Taylor Quartet. Una cara visible, comprometida con esta realidad musical fue Ronny Jordan, fallecido hace unos días. Le bastaron 51 años para consolidar un sonido característico, eminentemente urbano. Empeñado en introducir el jazz entre los nuevos sonidos, Jordan se convirtió en la cara visible de un movimiento rico en talento y en actitud. La explosión del género en los noventa aupó al músico, nacido en Londres de origen jamaicano. Nunca abandonó la herencia de Charlie Christian y Wes Montgomery y sin embargó maduró junto a raperos y músicos de funk. En 1992 presentó suprimer single: “After Hours” y poco después su exitosa versión de “So What” de Miles Davis. Anticipo suficiente para presentar su primer Lp “Antidote”, toda una declaración de intenciones. Desde entonces su carrera fue una estilosa y delicada combinación de éxitos, desde su condición de líder y guitarrista virtuoso. Con Guru nos regaló perlas en la serie “Jazzmatazz”. “Quiet Revolution”, “Light to Dark” o “Brighter Day”, del año 2000, por el que fue nominado a un premio Grammy al mejor álbum de jazz contemporáneo, son discos fundamentales para entender la evolución de la música urbana del siglo XX. Entre otros reconocimientos Ronny Jordan fue galardonado con el premio MOBO a la mejor actuación de jazz y con el premio Gibson como mejor guitarrista de jazz. Descansa en paz y gracias por tu música, maestro.
César Cid
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=QzGvj_Dryo8