Conocí a Leo hace casi veinte años, al amparo de amigos vinculados al mundo de la música y aprovechando que acompañaba a su padre, el genial Ben Sidran, de promoción en España. el joven Leo reconocía ya entonces su interés por nuestro país y demostraba también talento para colaborar en as producciones de Ben. No era difícil adivinar que su futuro pasaría por la música, pero no que lo haría siguiendo la estela Sidran, en lo que a raíces se refiere. Soul, jazz, bossa y pop, fiel al sonido que la década de los setenta tanto disfrutó. El resultado se llama Cool School (The Music of Michael Franks), un disco que Leo Sidran presentó el pasado año y que aún sigue rodando por el mundo, apoyado ahora por Here Come 15 minutes, una producción que da continuidad a su sonido de jazz contermoráneo. La clave está en su gran capacidad de trabajo y su carácter de multi instrumentista, facilitadores de una creatividad sin descanso.
Cool School (The Music of Michael Franks) es su sexto disco en solitario. Cuando solo era un adolescente la Steve Miller Band grabó cuatro temas suyos para el disco Wide Rider (1993). Entonces ya participaba como baterista en la formación de su padre. Leo ha reinterpretado las canciones y el espíritu del cantante y compositor estadounidense Michael Franks, un nombre fundamental para entender la evolución de la música del siglo veinte. Los temas transpiran respeto por el genio californiano de expresión sedosa y alimentan el recuerdo del pop jazzie que Franks dio al mundo en un momento glorioso. El regalo es Cool School cantada a dúo con el maestro, que emocionó a Leo y ha entusiasmado a seguidores de diferentes generaciones.
Here Come 15 minutes ha llevado a Leo de nuevo a los escenarios, con un enfoque más jazzie, acompañado de su insuperable Grovy French Band. Han tocado en Madrid, para gozo de su protagonista. Conoce a Leo Sidran.
César Cid